martes, 25 de noviembre de 2008

Geziret Aswan, la isla de Elefantina.

Vista de las excavaciones.
Aquí se puede apreciar lo dificil que resulta trabajar en Elefantina.

Curiosa imagen, cuantas cosas mas habrá debajo de las casas...



Maqueta de parte de las excavaciones que está efectuando la misión gerama-suiza. Se encuentra en el museo de la misión.




Es la puerta a Nubia, el lugar mas remoto en la época antigua. Aquí se encontraba la capital del primer nomo del Alto Egipto: Ta-Kens, lugar de frontera y de intenso comercio y enclave privilegiado de los orígenes de Egipto según su teología del alfarero. Knum, dios con cabeza de carnero; Satet, su esposa, con tocado de la corona del Alto Egipto y cuernos de gacela; Anuquet, la hija de ambos, con su curioso tocado de plumas que nos recuerdan sus origenes africanos. Forman la triada divina de Elefantina. El padre crea las aguas, la madre provee que no falten y la hija las canaliza.

En la que hoy conocemos como Isla Elefantina, por las piedras que se encuentran en su entorno y que perecen paquidermos tomando su baño, se encuentra la mayor concentración de ruinas y de vestigios de todas las épocas de la civilización egipcia.

He de confesar que el lugar me supera, necesitaría una larga estancia en él para hacer me una pequeña idea de lo que en él. La superposición de edificaciones y el hecho de que la isla este habitada por el Norte y por el Sur, la construcción de ese hotel monstruoso que espero algún día en lugar de terminarlo acaben por derribar, hacen de este sitio algo claustrofóbico y abigarrado, pero no exento de una gran belleza.

Se está trabajando mucho y de forma difícil y complicada. Lo mejor del lugar para mi ha sido la restauración del templo de Satet construido por Senurset I , se le ha dado forma, basándose en las cosas encontradas, y se hace una la idea de como tenía que ser el sitio. Quedan en pie fragmentos del templo de Knum. Del santuario de Heqaib, el gran héroe local al cual Serenput dedicó trescientos años después de su muerte el lugar, aun son visibles las capillas-naos que contenían las estatuas.

De resaltar y de visita obligada, los dos Museos que hay en la Isla. Uno de ellos y que creo desaparecerá pronto, está en la que fuera la casa de los constructores de la primera presa y alberga una importante colección de tiempos predinásticos; el segundo Museo es el de la delegación germano-suiza que está al cargo de las excavaciones.

Impresionante el Nilometro, al cual se le añadieron números en árabe pues se continuaba usando.

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