lunes, 4 de mayo de 2009

El sitio de Dapur

Uno de los hijos reales en la típica postura de masacrar al enemigo.


Las ruedas del carro del faraón pisotean a los enemigos que huyen en desbandada.


El conductor de uno de los carros enemigos intenta, en vano, evitar las flechas...una de ellas se le ha clavado en un doloroso lugar...

Al asalto de las torres los hijos del rey, los enemigos se despeñan desde lo mas alto.


Una de las características principales del reinado de Ramsés II fue el afán indiscutible por mantener las fronteras de Kemet estables y libres de enemigos, labor que ya había empezado su padre, Sethy I, tras las continuas infiltraciones de los hititas que habían hecho retroceder las fronteras egipcias en el Norte de Siria con el grave perjuicio económico que ello conlleva. Cuando Ramsés II sube al trono, Muwatalli no había cesado de fortalecer incansablemente sus alianzas. La ruta Smira a Kadesh se había perdido y esta ultima ciudad fue abandonada. El dominio de Hatti sobre la parte de Asia menor y sus alianzas con los pueblos del Egeo dibujaba un panorama de gran rivalidad que hacía presagiar una lucha abierta.

Mientras Muwatalli cerraba alianzas y organizaba una coalición militar, Ramsés reforzaba y modernizaba su ejercito y preparaba sus bases. El traslado de la residencia real a Per-Ramsés muy cerca de la frontera oriental egipcia demostraba el gran interes estrategico, la importancia económica y comercial de dicha frontera. El hecho de un nuevo traslado de capitalidad de la corte, el anterior de época de Akhenaton se saldó con un fracaso, es de una importancia historica pues demuestra donde residía en Kemet el poder económico; al igual que en las florecientes dinastías del Reino Antiguo se concentra la riqueza y el poder en el bajo Egipto y su rico Delta asociándolo a las provincias asiáticas por su actividad económica y marítima. Tebas continúa siendo el centro religioso del país.

Otra de las caracteristicas de este rey fue su actividad constructiva. Desde su largo reinado las construcciones por todo el país dejaron cumplida constancia de todas sus gestas militares.
Gestas que fueron explicadas de forma repetida en casi todos los lugares; la mas conocida de esas gestas es la Batalla de Kadesh; explicada de forma magnifica, que no muy veraz, en el conocido Poema de Pentaur. Sin embargo hay otra que pasa desapercibida o incluso es mal contada por los guias que la confunden con Kadesh, me estoy refiriendo a: el asalto de la fortaleza de DAPUR.

¿Donde estaba DAPUR? aquí nos encontramos con una pequeña dificultad pues los estudiosos no se pone demasiado de acuerdo en su ubicación exacta. Algunos dicen que era una fortaleza en la región de TUNIP en Naharim, otros dicen que era BAALBEK en la misma región, otros que era TABOR en Canaan y otros que era una ciudad el Norte de Siria...sin embargo en el lugar donde está representada, el templo de millones de años en Tebas, dice claramente donde se encontraba:

"...en la tierra de Hatti..." mas claro imposible.

Y hacia allí nos vamos. Una vez llegados al Ramesseum, contemplar los pilares osiriacos del rey y atravesar el segundo patio, entramos en la gran sala hipostila, atravesamos el pórtico y en la cara interna del mismo y a mano izquierda nos encontramos con la representación del asalto a una fortaleza enemiga. Este tipo de representaciones son escasas, se podría casi decir que está del Ramesseum es de las primeras que se ven en la Historia si descontamos algunas representaciones en paletas predinasticas, un curioso dibujo de Petrie de un relieve en una tumba de Dishesha al Sur de Hieracompolis del Reino Antiguo y en el que se ven soldados con escaleras asaltando una ciudadela enemiga, y el relato del asedio de Megido llevado a cabo por Tutmés III .

Contemplemos los relieves:

A la izquierda una gigantesca representación de Ramsés II en su carro, bajo sus ruedas los enemigos son atropellados, el rey tensa su arco y dispara flechas que han atravesado los estandartes de la fortaleza. Delante de su majestad los carros enemigos huyen en desbandada, las caras reflejan el pánico, alguno mira de forma temerosa hacia atrás, otro lleva una flecha clavada en todas las posaderas. La desbandada es general ante el ejercito del rey de Egipto compuesto por él mismo y seis de sus hijos:

" Hijo del rey de su cuerpo Khamwese" " Hijo el rey de su cuerpo Montu" "Hijo del rey de su cuerpo Meriamon" "Hijo del rey de su cuerpo Amenenmuya" "Hijo del rey de su cuerpo Sethy" "Hijo del rey de su cuerpo Setepnere".

La fortaleza situada en una colina es de una dimensiones pequeñas si la comparamos con la real figura, pero está llena de detalles de un realismo estremecedor. Los sitiados luchan con ferocidad, saben que lo hacen por sus vidas, en sus rostros se pinta el miedo, el dolor en los heridos, incluso el odio hacia los vencedores.

Una victoria que queda plasmada en las piedras para que por millones de años el poder del gran rey Señor de las Dos Tierras el Hijo de Ra Amado de Amón no sea jamás olvidado.